28 feb 2011

¿Porqué ganaron los que ganaron? Primera parte

Creo que este año los Oscares generaron más interés. Desde que salió la lista de nominados noté que estaban presente en las conversaciones de mis amigos y conocidos. Hubieron muchas películas que gustaron y se fueron anotando como favoritas. Recuerdo ver el trailer de Inception y pensar que tenía todos los elementos para ser un madrazo de taquilla. Y luego se iban permeando rumores desde Estados Unidos con actuaciones como la de Natalie Portman y el guión de Social Network. El público hizo caso a las recomendaciones de boca en boca (como la apasionada escena de Mila Kunis y la Portman…) y llenó las salas para inflar más el hype. Poco a poco se fueron formando bandos que apoyaban a ciertos nominados. Ayudado por las redes sociales, el fenómeno creció y todos organizaron quinielas y Oscar parties. Y entonces llegó la ceremonia. Se fueron entregando los premios y el público iba viendo como sus predilectos no eran del gusto de la Academia. Muchos, indignados por ver como se quedaban con las manos vacías sus favoritos no quieren saber ya nada de este tema, pero otros tantos tienen ahora pretexto para ir al cine a ver a los premiados. Al fin y al cabo de eso se tratan los premios: de llevar gente a las salas.

Espero que con este texto pueda explicar dos cosas: mis opiniones sobre los nominados, y las razones por las que los ganadores tienen ahora una estatuilla dorada que presumir. Primero describiré algunas cosas que me parecen importantes sobre los premios y luego me iré a la ceremonia de anoche.

¿Quién da los premios? Muchos ya lo saben, la organización es AMPAS: Academy of Motion Pictures Arts and Sciences. Creada por Louis B. Mayer para mejorar la imagen de la industria cinematográfica estadounidense en los años 20, la Academia empezó a premiar a lo mejor de su producción dos años después, en 1929. Al principio era una ceremonia cerrada y con el único propósito de dar un reconocimiento al trabajo de artistas y técnicos, pero con el tiempo el público se interesó en el premio y derivó en lo que es ahora: un premio que asegura reconocimiento mundial y dinero en taquilla. Cualquier productor conciente de que además de ser un arte el cine es un negocio hará lo posible por que su película esté nominada en alguna categoría, la que sea, lo importante es poner el logo en el poster.

¿Cómo se vuelve uno elegible para un premio? La película tiene que haberse estrenado entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del año anterior, estar en cartelera una semana en un cine en el área de Los Angeles (es decir: que durante siete días la gente pueda pagar un boleto por verla) y que los productores la suscriban por internet a la página de la AMPAS. Para las categorías de Documental, Película extranjera y Cortometrajes se establecen reglas especiales.

¿Quién escoge a los nominados? La Academia tiene actualmente cerca de seis mil miembros divididos en las ramas a las que pertenecen. Casi una cuarta (1240) parte son actores, el resto se divide en: productores, directores, cinefotógrafos, editores, escritores, ejecutivos, sonidistas, directores de arte, documentalistas, músicos, maquillaje y peinados, cortometraje y animación, relaciones públicas y efectos visuales. Existen dos maneras de volverse miembro de la Academia: que te nominen a un Oscar y que te inviten por tu contribución a la industria. PricewaterhouseCooper manda un sobre a todos los miembros en enero para que nominen unicamente a cinco personas de la rama a la que pertenecen en orden de importancia. Eso significa que para recibir una nominación por la música de mi película, tiene que gustarle a los músicos miembros de la Academia, nadie más puede nominarla. PricewaterhouseCooper reúne todos los votos, suma los puntos y entrega la lista final de nominados, máximo cinco por categoría, excepto Mejor Película que son diez. A partir de noviembre los productores y distribuidores comienzan a hacer campaña para sus películas. Es común ver anuncios en revistas y periódicos de entretenimiento con la imagen de la película y el lema “For your consideration”. Estos gastos de publicidad pueden redituar en increíbles ganancias, y han dado premios a actuaciones a las que nadie hubiera puesto atención, como Jeff Bridges por Crazy Heart (una larga historia de la necedad de un ejecutivo que ve potencial en una película cuando ya se le había destinado la muerte en la industria: direct to DVD). La explicación sobre las nominaciones es compleja pero vale la pena conocerla para entender cómo es que algunos nominados aparecen ahí. Recomiendo esta simple explicación: http://bit.ly/e9ktwF

¿Quién vota? Teniendo la lista final de los nominados, PricewaterhouseCooper (me estoy cansando de escribir el nombre completo) manda por correo las papeletas a los miembros que ahora sí pueden votar por todas las categorías. Únicamente para Documental, Cortometrajes y Película Extranjera tienen que acreditar que vieron todas las nominadas para que cuenten sus votos. Los miembros tienen hasta el martes anterior a la ceremonia para hacerle llegar sus papeletas a cierta-firma-de-contabilidad-cuyo-nombre-ya-me-cansé-de-escribir que cuenta los votos, escribe los resultados en los sobres y los guarda en una urna protegida hasta el momento en que los entrega al presentador del premio. Sencillo, ¿no?

Ahora, la pregunta más complicada: ¿cómo votan los miembros? Y con esto no me refiero a si usan lápices 2B o plumas Montblanc para tachar a los nominados en la papeleta. Entre los 6,404 miembros de la Academia tienen un promedio de edad de 57 años y son en una pequeña mayoría hombres. Viven casi todos en Los Angeles, con pequeños grupos en Nueva York, Londres y el norte de California. Rupert Murdoch y Sasha Baron Cohen son miembros, pero George Lucas y Woody Allen no. Es fácil saber qué grupo de la Academia decidió un premio. El año pasado fueron los actores (casi 1,200) los que votaron por The Hurt Locker para mantener prioritaria su labor, cosa que no hubiera sucedido de ganar Avatar. Si sumamos el grupo de productores, ejecutivos y publicistas nos quedan otros 1,000 que apoyan un cine más mainstream. No necesariamente Pirates of the Caribean, pero sí Cider House Rules. Historias más convencionales, donde el amor es preponderante y las estrellas lucen perfectas. Y eso nos deja con unos 3,500 miembros que pertenecen a las ramas más técnicas, en su mayoría hombres y con antecedentes menos artísticos e intereses menos sensibles. Les llaman los steak-eaters. Son los que dieron su voto a Crash en lugar de Brokeback Mountain en 2006. Y son los que deciden el premio a Mejor Actriz, Annete Bening se ha ido con las manos vacías pero ¿es coincidencia que ganen las actrices más guapas? Estamos hablando de señores que tal vez no saben nada de técnicas de actuación, ah pero qué bien operan esas computadoras del demonio, es un misterio cuánto tiempo pasarán encerrados en sus cubículos comiendo pizza y observando un pixel moverse milímetro a milímetro durante meses seguidos. El último dato a considerar es la edad. Uno deja de ser miembro hasta que muere, entonces la edad promedio suele ser muy alta. Eso significa votos más conservadores y poco ajustados al gusto del público joven. La Academia sabe que ese público es el que genera más ganancias y se engaña a sí misma cuando quiere atraerlo al poner a representantes de esa generación para presentar la ceremonia. ¿De qué sirve que las muchachitas suspiren por James Franco si va a ganar The Kings Speech? Los que quieren ver ganar a Natalie Portman son los fans de Inception, no de un inglés tartamudo (el albur no fue intencional.) Para "rejuvenecer un poco el padrón electoral" la Academia ha invitado ultimamente a actores jóvenes como Michael Cera, Emily Blunt y Seth Rogen. No estoy seguro que los criterios de estos tres sean los que el público quiera compartir, de nuevo el interés monetario camina sobre la calidad.

Como conclusión, la Academia no otorga los premios para darle gusto a nadie. Son miles de individuos con intereses propios que le amargan la noche a uno que otro jugador de apuestas. Mi recomendación es: ver las películas nominadas desde antes para tener nuestra propia opinión, y no dejar que los comentarios de los demás influyan. Al fin y al cabo, el premio no lo damos nosotros, ¿alguien ha oído el Premio Pablo Azuela A La Mejor Película Donde Salga Liza Minelli? Me lo imaginé, y por lo tanto no les daré ni siquiera la lista de nominados. En fin, el premio no hace más grande a la película. Eso ya lo aprendimos de Citizen Kane y The Maltese Falcon.

Ya es tardísimo, mañana vuelvo con el detallado análisis de cada categoría con mis favoritos.

Hype: publicidad exagerada.

Steak-eaters: comedores de carne. Hombres que sacian sus instintos primitivos: carne y mujeres (juntos o separados).

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